Aplicaciones en segundo plano

Una característica común de los teléfonos móviles y ordenadores modernos son las aplicaciones en segundo plano. Estas aplicaciones siguen funcionando incluso cuando no las estás utilizando en ese momento. Por ejemplo, una aplicación de mensajería puede seguir recibiendo correos, o una aplicación de redes sociales puede seguir actualizando contenidos mientras realizas otras tareas en tu móvil. Aunque esta funcionalidad puede ser útil, ya que permite que las aplicaciones estén listas cuando vuelvas a abrirlas, también puede tener inconvenientes. Las aplicaciones que se ejecutan en segundo plano pueden consumir mucha batería, usar los datos móviles y reducir el rendimiento del dispositivo. Si tu teléfono u ordenador parece más lento de lo habitual, o si se agota la batería rápidamente, puede deberse a que estas aplicaciones se están ejecutando sin que te des cuenta.

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Conocer cómo detener las aplicaciones en segundo plano puede ser una buena forma de optimizar el rendimiento del dispositivo y mejorar la duración de la batería. Hay varias formas de hacerlo, según el sistema operativo que utilices. En los teléfonos Android, puedes detener las aplicaciones desde el menú de ajustes, mientras que en los dispositivos iOS el proceso puede implicar forzar el cierre de las apps. En los ordenadores, el administrador de tareas o monitor de actividad es una herramienta útil para cerrar aplicaciones no necesarias. Al hacerlo no solo liberas más recursos, sino que también mejoras la seguridad de tu dispositivo.

¿Qué son las aplicaciones en segundo plano?

Se entiende por aplicaciones en segundo plano los distintos programas que siguen ejecutándose incluso cuando no se utilizan de forma activa. Este tipo de aplicaciones pueden realizar tareas como actualizar información, sincronizar datos o enviar notificaciones, lo que significa que siguen funcionando para mantenerte al día o para realizar tareas específicas, como descargar archivos o reproducir música. Un ejemplo común son las apps de correo electrónico, que siguen comprobando si hay mensajes nuevos aunque no los estés viendo. Aunque es cómodo que las aplicaciones funcionen así, a veces no te das cuenta de cuántas están activas, lo que puede causar problemas en el rendimiento general de tu dispositivo.

No siempre es malo dejar aplicaciones abiertas en segundo plano. Hay aplicaciones que necesitan funcionar así para ofrecer la experiencia esperada, como el GPS, la transmisión de música o las aplicaciones de mensajería instantánea. Sin embargo, tener demasiadas aplicaciones abiertas innecesariamente puede afectar al rendimiento, agotar la batería e incluso utilizar más datos de los que crees.

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¿Qué significa detener aplicaciones en segundo plano?

Parar las aplicaciones en segundo plano significa cerrar o limitar su actividad cuando no están en uso. En algunos dispositivos, «detener» una aplicación en segundo plano implica obligarla a cerrarse, mientras que, en otros, se limita simplemente a limitar la cantidad de recursos que puede utilizar mientras no la estás usando. Al detener estas aplicaciones, liberas recursos como la RAM y la CPU, lo que puede acelerar el rendimiento del equipo y mejorar la autonomía de la batería.

En numerosos teléfonos y ordenadores, puedes controlar la cantidad de recursos que utiliza una aplicación en segundo plano o incluso desactivar por completo esta función. Esto no significa que la aplicación deje de funcionar por completo, sino que solo lo hará cuando la abras manualmente. Este procedimiento es especialmente útil si tu dispositivo no rinde lo suficiente o si quieres ahorrar batería.

3 Beneficios de detener las apps que se ejecutan en segundo plano

1. Mayor duración de la batería: Al detener las aplicaciones que se ejecutan en segundo plano, el terminal consume menos energía. Las aplicaciones que se ejecutan en segundo plano consumen batería constantemente, incluso si no las estás utilizando activamente. Si las detienes, puedes alargar la duración de la batería, especialmente si utilizas el teléfono o el ordenador durante largos periodos sin acceso a un cargador.

2. Mayor rendimiento del dispositivo: Las apps en segundo plano consumen recursos como RAM y potencia de procesamiento. Si tienes demasiadas apps abiertas a la vez, tu dispositivo puede volverse más lento y torpe. Al cerrarlas, el sistema libera estos recursos, lo que ayuda a que el dispositivo funcione de forma más eficiente y rápida.

3. Ahorra en el consumo de datos móviles: Ciertas aplicaciones, como las de redes sociales o correo electrónico, utilizan los datos móviles para actualizar y descargar información en segundo plano. Si no tienes un plan de datos ilimitado, esto puede suponer un problema. Detener estas aplicaciones cuando no las estés utilizando te ayudará a ahorrar en tu consumo de datos.

¿Cómo Identificar las aplicaciones problemáticas?

Saber qué aplicaciones consumen demasiados recursos en segundo plano es un paso clave para optimizar tu dispositivo. En la mayor parte de los teléfonos, puedes acceder a esta información en la sección de ajustes. Por ejemplo, en Android puedes ir a «Batería» o «Uso de datos», donde aparecerá una lista de las aplicaciones que consumen más energía o datos. En iOS, una función similar está disponible en la sección 'Batería' o 'Uso de almacenamiento'.

En los ordenadores, el administrador de tareas de Windows o el monitor de actividad de macOS te permitirán ver qué programas consumen más recursos del sistema. Las aplicaciones que no reconoces o que consumen más recursos de lo esperado pueden ser las culpables de ralentizar tu dispositivo. Con estas herramientas no solo podrás ver las apps problemáticas, sino también cerrarlas directamente.

¿Qué hacen las aplicaciones en segundo plano?

Las apps en segundo plano realizan diversas tareas mientras no las estás usando directamente. Por ejemplo, las aplicaciones de mensajería comprueban constantemente si hay nuevos mensajes y las de redes sociales renuevan el contenido para que, cuando las abras, toda tu información esté al día. Además, algunas aplicaciones sincronizan datos con la nube, descargan actualizaciones o realizan copias de seguridad automáticas.

Si bien estas funciones pueden ser útiles, también resultan innecesarias en determinados momentos, por ejemplo cuando no necesitas recibir actualizaciones constantes o cuando la batería de tu dispositivo está baja. El control de estas actividades puede ayudarte a personalizar cómo quieres que funcionen las aplicaciones en tu dispositivo según tus necesidades.

Cómo detengo las aplicaciones en segundo plano

La detención de las aplicaciones en segundo plano puede variar en función del tipo de dispositivo que utilices. En Android, puedes ir a «Ajustes», seleccionar «Aplicaciones» y elegir qué aplicaciones quieres detener o restringir que se ejecuten en segundo plano. En algunas versiones de Android, la opción «Optimización de batería» puede ayudarte a restringir automáticamente las aplicaciones que consumen demasiada batería.

En los dispositivos iOS, como iPhones o iPads, puedes ir a «Ajustes», luego a «General» y seleccionar «Actualización en segundo plano» para desactivar esta opción para determinadas apps o para todas. También puedes forzar el cierre de aplicaciones desde la multitarea.

En los ordenadores Windows, el Administrador de tareas permite cerrar las aplicaciones innecesarias. Basta con pulsar Ctrl + Alt + Supr, seleccionar el administrador de tareas y cerrar las aplicaciones que consumen más recursos. En macOS, el Monitor de Actividad es una herramienta similar en la que se puede comprobar qué programas se están ejecutando en segundo plano y cerrarlos si es necesario.

En resumen, parar las apps en segundo plano es una práctica útil para mejorar el funcionamiento de tu dispositivo, ahorrar batería y evitar el consumo innecesario de datos. Mantener controladas las apps que no necesitas te permitirá disfrutar de una experiencia más fluida y eficiente en tu dispositivo.